Día del Campesino
Por: David Macavilca, coordinador técnico de Aquafondo
En el año 2015, los 193 miembros de las Naciones Unidas se reunieron en una negociación abierta, democrática y participativa que resultó en la creación de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), metas específicas que abordan desafíos sociales, económicos y ambientales para lograr un desarrollo sostenible integral. En esta hoja de ruta se establece la importancia del respeto al medio ambiente y el cumplimiento del ODS 6, que se centra en el acceso al agua y saneamiento. Aunque han pasado varios años, es crucial evaluar nuestro progreso en este ámbito y comprender su impacto en las zonas rurales de nuestra ciudad y país.
La cobertura de agua potable en las áreas rurales era del 63.2% en el 2013, y para el año 2019 se incrementó al 75.6%, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Aunque estas cifras revelan una mejora, esto aún no es suficiente, pues alrededor del 25% de personas en estas zonas aún son parte de esta brecha.
La falta de acceso a servicios de agua potable y las malas condiciones de higiene tienen efectos negativos en la salud, especialmente entre la población infantil de 1 a 5 años. Es importante mencionar que las regiones con mayores índices de pobreza presentan menor cobertura de agua potable, destacando Loreto, Madre de Dios, Huancavelica, Ucayali, Puno y Huánuco.
Existe, por tanto, una relación directa entre el acceso al agua potable, la pobreza y el desarrollo comunitario.
Los niños son uno de los grupos más vulnerables frente a la falta de agua en las comunidades rurales.
Un trabajo integral y colaborativo
Si consideramos el ODS 6 como una prioridad, es fundamental mejorar todo el sistema que abarca el servicio de agua potable, desde las cabeceras de cuenca hasta el grifo de las viviendas. Y no sólo esto, sino también fortalecer la cultura del agua de la población.
Sobre este último punto, se sabe que gran parte de la población no es consciente del daño que está causando a los ecosistemas. Un claro indicio de ello ocurrió en el distrito de Carampoma en la Subcuenca de Santa Eulalia (Huarochirí, Lima). En esta zona rural se encuentra el Humedal de Milloc, que según el investigador Boris Ochoa del Imperial College de Londres, perdió 8.41 hectáreas en los años 2015 y 2016, debido a la extracción de champa para fines de jardinería.
Esta situación es sumamente preocupante pues los humedales son reservorios fundamentales para retener y almacenar agua, la cual se puede usar para consumo humano, producción agrícola y sostenimiento de la vida silvestre.
Muchos distritos y comunidades ubicados en las cabeceras de cuenca (generalmente situadas por encima de los 3000 m s. n. m.), obtienen agua de manantiales o bofedales para uso doméstico y agrícola, lo que resalta la importancia de cuidar y preservar dichos ecosistemas. En este sentido, es importante trabajar en conjunto con estas poblaciones agrícolas, quienes dependen del agua para el riego de sus cultivos y el abastecimiento doméstico, siendo un recurso esencial en su diario vivir y para su desarrollo integral y sostenible.
La conservación de los ecosistemas acuáticos (como los humedales) y la ejecución de proyectos de inversión hídrica, son esenciales para el desarrollo económico de las poblaciones rurales, a través de sus actividades agrícolas.
Día del Campesino: Nuestro compromiso
Hoy, 24 de junio, celebramos el Día del Campesino, una fecha importante en nuestro calendario para rendir homenaje a todos los hombres y mujeres que trabajan en el campo y usan eficientemente nuestros recursos hídricos.
Gracias a su esfuerzo diario, las grandes ciudades como Lima se benefician al recibir alimentos y agua de calidad.
El agua es la base de la vida, pero el acceso a agua limpia, potable y segura es el pilar de la civilización. El ODS 6 conlleva la promesa de una mejora drástica en la calidad de vida y la esperanza.
Al afirmar que el acceso al agua limpia, potable y segura es un derecho humano básico, todos tenemos la responsabilidad de proporcionar la orientación, la infraestructura y el apoyo necesarios para alcanzar este objetivo trazado.
En Aquafondo, estamos comprometidos con la seguridad hídrica y contribuimos a este objetivo mediante la implementación de proyectos de infraestructura natural que generan mayor cantidad de agua, produciendo esperanza, vida y la sostenibilidad de nuestros recursos en las comunidades rurales y en todo Lima.
¡Unámonos todos en la conservación del agua, un recurso preciado que sostiene la vida en las comunidades rurales y en los campos!
